Las obras de Federico Cantú Garza (1907-1989) se exhibirán junto a piezas de artistas como Toyohara Chikanobu, Tamiji Kitagawa, Katsushika Hokusai, Toyohara Kunichika, Alfredo Ramos Martínez, Félix Parra, Roberto Montenegro y Pierre-Auguste Renoir.
En total son 40 obras de caballete, escultura, gráfica, cuadernos de trabajo y proyecto mural que exploran el puente existente entre la escuela francesa del impresionismo y la postura del arte japonés en torno a la misma, pasando por los pioneros en trasladar lo aprendido en la Escuela de París del siglo XIX al México posrevolucionario, como es el caso de Cantú Garza.
En este camino, el conjunto de obras es un ejemplo de la búsqueda del concepto de mexicanidad dentro de la plástica nacional y del legado de un creador que transitó por la Escuela de París y el proyecto de las Escuelas de Pintura al Aire Libre en México y que, junto con los grandes artistas de la época, fue fundador de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y del propio Salón de la Plástica Mexicana.
Asimismo, la muestra “presentará la evolución del arte surgido en el París del siglo XIX y que culmina con la creación de un lenguaje plástico nacionalista. En ésta encontramos, a manera de diálogo, obra de Félix Parra, Alfredo Ramos Martínez, Ferdinand Barbedienne, Pierre-Auguste Renoir, Tamiji Kitagawa, el legado del ukiyo-e y su impacto en el impresionismo que trascendió y tomó una lectura nacionalista bajo el concepto de Escuela de Pintura al Aire Libre”, refiere el curador de la exposición, Adolfo Cantú, nieto del artista homenajeado.
“La Escuela Mexicana de Pintura, surgida en el siglo XX, nos legó un selecto grupo de maestros que lograron cimentar la vida y obra de nuestra gran nación. Sus testimonios artísticos se encuentran hoy plasmados a lo largo y ancho de nuestra República, y son bandera que eleva a México al rango de hijo pródigo de América. Sin embargo, esta amalgama gestada dentro de la Escuela Mexicana tiene una historia compartida, en la cual la visión europea se conjuga con lo nuestro, dotándonos de una riqueza excepcional”.
El curador agrega que, bajo estos lineamientos y con la idea de entender la metamorfosis que sufrió la obra de Federico Cantú a lo largo de una producción creativa excepcional, “presentaremos esta muestra en el marco del 70 aniversario del Salón de la Plástica Mexicana, a partir de obras de la Colección de Arte Cantú y De Teresa-Colección Museo Casa Estudio Federico y Elsa.
“Este proyecto revela la búsqueda de Federico por alcanzar su propio camino y la inmortalidad dentro del arte universal. Con esta idea trazamos una línea curatorial que muestra el tránsito por la Escuela de París, el paso por el impresionismo y el arte japonés, mismo que impactó tardíamente en la Escuela al Aire Libre de Coyoacán. Sin duda, estos testimonios artísticos nos permitirán entender la obra de muchos de los grandes maestros de la época que, junto con Cantú, dieron forma a las nuevas escuelas de arte en México”, concluye Adolfo Cantú.
La obra de Federico Cantú. Del impresionismo al nacionalismo estará abierta hasta el 25 de agosto