miércoles, 20 de abril de 2022

  Federico Cantú Garza

 

Tanto en el muralismo como en el relieve monumental Federico traza una ruta iconográfica sumamente compleja , donde se dan cita las culturas milenarias 

La exposición de los Tres Pioneros en NL , nos permite refirmar  el conocimiento adquirido a través de décadas , mismo que se ve plasmado en la obra de este gran maestro regiomontano

 


El buen pintor tiene buena mano y gracia en el pintar, y considera muy bien lo que ha de pintar, y matiza muy bien la pintura, y sabe hacer las sombras y los lejos, y pintar los follajes. El mal pintor es de malo y boto ingenio, y por esto es penoso y enojoso, y no responde a la esperanza del que da la obra, ni da lustre en lo que pinta, y matiza mal; todo va confuso; ni lleva compás o proporción lo que pinta por pintarlo de prisa.

Bernardino de Sahagún, Historia General de las cosas de Nueva España, Vol X Cap.VIII3





Tlacuilo o tlahcuilo (del náhuatl tlahcuiloh, {{IPA “pintor, ilustrador”, en plural tlahcuilohqueh, [tɬaʔˈkʷiˈloʔ.keʔ]) es un término para designar, dentro de la historiografía del México antiguo, lo que hoy llamamos escriba, pintor, escritor o sabio. Los tlacuilos eran hombres y mujeres hábiles en el dibujo, a quienes desde niños se les educaba en el Calmécac para obtener un conocimiento profundo de su lengua, cultura, costumbres, religión, política, arte, etc. ya que tenían que tener un vasto conocimiento de la vida de su sociedad para poder escribirlo con glifos, rebuses, retratos, mapas, etc. La labor del tlacuilo se asocia, por lo tanto, con diferentes actividades, no solo con la pictografía. El tlacuilo pintaba los códices, los murales y las esculturas en Mesoamérica. Se encargaba según su especialidad de los anales, genealogías, mapas fijando límites en los diferentes señoríos, la distribución territorial, los libros de las leyes, ritos y ceremonias; también existían filósofos y sabios que se ocupaban de pintar acerca de las ciencias de su conocimiento. 

También conocía las diversas formas de representación, así como la mitología. Llevaban registros de la diversidad biológica. Podía trabajar en mercados y templos, según el tipo de actividad para la que se le necesitara. Para elaborar los códices, los tlacuilos usaban papel amate o āmatl, piel de venado, tela de algodón tejida en telar de cintura y papel de maguey. Utilizaba una amplia variedad de instrumentos; 




 



pinceles, brochas, espátulas, moldes, medidas, escalas, compases, y para la delineación de sus trazos un estilógrafo simple de cobre o bronce. Como tinta utilizaba una amplia gama de colores negra y roja para las pinturas y glifos. Los códices se guardaban, doblados a manera de biombos, en amoxcallis o casas de códices. Los tlacuilos se encontraban bajo la protección del dios Xochipilli.






Durante y después de la conquista los Tlacuilos fueron usados para documentar la conquista y la cultura mesoamericana, donde muchas veces esta documentación era censurada de manera que las naciones sometidas a las fuerzas españolas eran desacreditadas para constatar en documentos "hechos por nativos americanos" la forma primitiva y sacrílega que las autoridades españolas necesitaban para justificar la Conquista y colonización de América. Hay estudios recientes que indican que el Códice Florentino y la Relación de Michoacán no solo son parciales al ser favorables a los conquistadores y desfavorables contra los mesoamericanos, sino incluso no fueron ilustrados por Tlacuilos, ya que los estilos conceptuales artísticos no coinciden con los mesoamericanos y coinciden en gran medida con el estilo medieval predominante en la Europa del siglo XVI




Federico Cantú 1907-1989

Tlacuilos

Relieve mural

Escultura

Quetzalcóatl – Centro Medico IMSS

Xilonen – Tira de la Peregrinación Azteca 

Tres Pioneros del Arte en NL

Pinacoteca de NL

Patrimonio de la UANL

 

miércoles, 13 de abril de 2022

  Museo Mural Diego Rivera

Exposición Rostros y retratos
CIUDAD DE MÉXICO.



Más de 120 esculturas creadas por artistas como Ángela Gurría, Arnaldo Coen, Gelsen Gas, Gabriel Ponzanelli, María Lagunes, Federico Cantú , Fideas Elizondo y Luis Ortiz Monasterio se exhiben desde ayer en el Museo Mural Diego Rivera como parte de la exposición Rostros y retratos, presentada como “una larga investigación en torno al retrato escultórico en México”.
La muestra, que integra retratos de personajes como Sor Juana Inés de la Cruz, Diego Rivera, Marie Curie, David Alfaro Siqueiros y hasta el subcomandante Marcos, fueron realizadas en bronce, yeso, madera, piedra, mármol y aluminio, se divide en cuatro núcleos temáticos bajo la curaduría de María Estela Duarte.
La exposición que se presenta en el Museo Mural Diego Rivera presenta piezas de colecciones privadas e institucionales y distintas técnicas escultóricas
En el Museo Mural Diego Rivera se presenta la exposición Rostros y retratos: expresiones en volumen, muestra reúne más de 120 esculturas de 70 autores, entre quienes se encuentran 46 artistas nacionales. Con un marco temporal que abarca desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad.




Esta exhibición es resultado de una larga investigación en torno al retrato escultórico y cierra una serie de capítulos con diversas aproximaciones a la escultura que la investigadora ha presentado en otros espacios. Se concentra en el retrato como medio de representación de una serie de atributos que encuentran expresiones diversas sobre temas como la patria, la composición étnica de una nación multicultural o la materialización del carácter de personajes icónicos.
La idea de la exposición crece a partir de la visita por parte de la curadora de la exposición, María Estela Duarte, al taller del artista Ernesto Tamariz, espacio donde se resguarda un amplio conjunto de piezas sobre andamios y anaqueles. De ahí surgió la idea de hacer una muestra que reuniera únicamente retratos escultóricos, haciendo énfasis en las posibilidades de este género, no solo en cuanto a sus capacidades expresivas, sino en tanto a la recuperación de las identidades.
La exposición integra retratos de personajes tan distantes en la historia, como fundamentales para comprenderla, entre quienes están Marie Curie, la emperatriz Carlota, sor Juana Inés de la Cruz y artistas imprescindibles del siglo XX, como David Alfaro Siqueiros, Dolores del Río y Gerardo Murillo Dr. Atl.




Como celebración de los 100 años del muralismo en México y como parte de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura federal, el Museo Mural Diego Rivera presenta dos nuevas exposiciones, ‘Rostros y retratos: expresiones en volumen’ y ‘Los murales de Pablo O’Higgins o la invención del porvenir’ que a partir del 6 de abril se abren al público sin costo alguno.
‘Los murales de Pablo O’Higgins o la invención del porvenir’ es una muestra que exhibe 10 bocetos del artista estadounidense en los que trabajó en un periodo de 30 años desde su llegada a México, donde tejió una amistad y relación de mentor-alumno con Diego Rivera. Considerado uno de los muralistas más importantes de la escena mexicana, su trabajo se vio hasta cierto punto eclipsado por las emblemáticas figuras de sus contemporáneos como David Alfaro Siqueiros o el mismo Rivera. Sin embargo, con el paso del tiempo se le ha reconocido por su influencia en las artes plásticas nacionales, así como por sus ideales políticos y sociales bien plasmados en su obra.
Los trabajos del muralista fueron donados por su esposa María O’Higgins en julio de 2017, quien lamentablemente falleció en diciembre del año pasado. Estos bocetos expuestos en las instalaciones del museo están también acompañados por fotografías e información que contextualizan la obra.



La segunda exhibición ‘Rostros y retratos: expresiones en volumen’ es un recorrido con más de 120 obras de 70 artistas, 46 de estos mexicanos. Se divide en cuatro núcleos, el primero titulado ‘Alegorías’ que concentran retratos donde destaca la libertad expresiva al representar expresiones; Rostro etnográfico, segundo núcleo, reúne la diversidad étnica que se refleja desde las formas hasta los materiales; el tercero, Personajes del mural, aprovecha el mural de Rivera ‘Testimonios de un Mural’ que también se exhiben en este museo para presentar esculturas de los integrantes de la icónica obra. Por último, el núcleo Histórico-Cultural concentra 6 secciones sobre importantes figuras historias en el ámbito científico, cultural, artístico, literario y social.
Esta exposición escultórica fue realizada por la curadora María Estela Duarte con el apoyo de la investigadora Mónica Sandoval Morales, quienes se dieron a la tarea de reunir las obras, así como realizar una investigación sobre éstas y sus autores.
Ambas exposiciones pueden visitarse hasta el 7 de agosto sin costo alguno. Además, se puede solicitar un recorrido guiado desde taquilla de manera gratuita o con anticipación desde el correo mmdr.difrusion@inba.gob.mx. Museo Mural Diego Rivera se encuentra en Calle Balderas, Colonia Centro, junto al metrobus Hidalgo.



Dentro de este contexto , la Coleccion de Arte Cantú Y de Teresa y El Museo casa Estudio Federico & Elsa presentan cuatro obras icónicas de la Escuela Mexicana de Escultura y talla directa que forman parte de dichos acervos



 

Ejemplo de ello es la maqueta en bronce de lo que alguna vez fuera el Monumento a la Madre de Luis Ortiz Monasterio y que desapareciera parcialmente a partir del temblor del 2017 , tambien y enriqueciendo esta visión de la mexicanidad se encuentra la firma monograma “ autorretrato como 


escultor de Federico Cantú; escultura en bronce que muestra la firma del mural “enseñanzas de Quetzalcóatl” IMSS Centro Medico, mural que tambien sufriera daños en el temblor de 1995 , de ahí a que la importancia de dichas obras son el testimonio de una época de la monumentalidad en Mexico y sin duda Narran la maestria de estos dos coloso del arte nacional.



Adolfo Cantú